El aspecto recreativo
- argeliasalle
- 4 ene 2016
- 2 Min. de lectura

Divertirse es parte de una vida sana. Esta afirmación es válida sólo si la diversión es sana, es decir sila diversión no causa daño espiritual, mental o corporal a quien la prácticaMuchos jóvenes de hoy piensan que la única manera de divertirse es ingiriendo bebidas alcohólicas,o peor, tomando drogas o realizando actividades que ponen en peligro la vida, como correr a todavelocidad en sus autos o motos en avenidas de la ciudad en la madrugada.Para otros jóvenes, la mejor manera de divertirse es bailar toda la noche en una discoteca, o antro,como le llaman hoy. Si todo quedara en bailar no habría problema; sin embargo, en esos sitiosprolifera el alcohol y la droga, y es muy difícil que un joven no sea presa de esos atractivos. Claro quehay excepciones. Conozco jóvenes que asisten a estos lugares, pero no beben alcohol y muchomenos consumen drogas.
Pero podemos dudar que esos “antros” sean peligrosos para jóvenes con
problemas mentales, que andan en busca de escapes de sus problemas. Son presa fácil de lostraficantes de drogas.
Y qué decir de las fiestas “rave” donde la droga casi es de rigor, máxime que por lo general s
erealizan en lugares no controlados por las autoridades.La recreación o diversión debe ser un descanso de la actividad principal. En tu caso, la actividadprincipal puede ser el estudio. Después de una semana de asistir a la escuela, bien merecesdivertirte. La cuestión es ¿cómo hacerlo? Asistir a un antro el viernes o el sábado en la noche no estu única opción. Hoy, los jóvenes tienen muchas más opciones: jugar futbol u otro deporte, nadar,practicar el montañismo, salir a acampar, practicar alguna afición, etc. Siempre hay algo por hacer.Hace unos meses me invitó un grupo de jóvenes a dar una conferencia en una ciudad de tamañomediano. Estaban preocupados porque notaban que los muchachos se la pasaban emborrachándosey tomando drogas, Cuando visité la ciudad me di cuenta de que el gobierno municipal no se habíapreocupado por dar opciones a los jóvenes. No propiciaba el deporte o actividades culturales quepudieran atraer a los jóvenes y así evitar que se dedicaran a autodestruirse.
Claro que no podemosculpar solamente al gobierno, los padres de familia también son culpables, pues si tomaranconciencia de lo que hacen sus hijos en su tiempo libre, ellos mismos buscarían la manera de crearopciones de diversión con o sin la ayuda del gobierno local.Mi recomendación fue que los jóvenes interesados formaran una especie de club que fomentaraactividades deportivas, artísticas y culturales lo suficientemente atractivas para sacar de la calle a los jóvenes.Cuando un joven se fija metas en el aspecto de la recreación o diversión, de hecho planea su tiempolibre de manera que lo aproveche plenamente. Antes de fijar tus metas, haz una lista de todo lo que puede hacer para divertirse sanamente. Si esnecesario recurre a un directorio telefónico para sacar ideas. Una vez que tengas tu lista pregúntate:
De todas las actividades que están aquí ¿Cuáles me gusta o no me gustaría hacer?
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